Los calambres musculares son espasmos dolorosos que pueden suceder durante o inmediatamente después de hacer ejercicio. El músculo se endurece y contrae y no puedes relajarlo. Probablemente verás que debes dejar de hacer lo que estabas haciendo por un rato hasta que se te alivie. El dolor a menudo se calma en unos segundos o después de algunos minutos.
Estos son algunos consejos que pueden ayudar a aliviar los calambres:
- Deja de hacer cualquier ejercicio que estés haciendo.
- Estira suavemente el músculo acalambrado ya que esto podría ayudar a reducir la presión sobre dicho músculo.
- Masajea suavemente el músculo.
- Bebe agua para recuperar los líquidos que puedas haber perdido.
- Camina un poco.
- El hielo puede aliviarte si tus músculos están sensibles y doloridos.
Se cree que la principal causa de los calambres musculares es el esfuerzo excesivo, bien por hacer ejercicio durante más tiempo de lo habitual o a una intensidad demasiado alta a la que previamente estaba acostumbrado nuestro organismo. El uso continuado de un músculo, la deshidratación, la tensión muscular o el solo hecho de mantener una posición por un período prolongado pueden causar un calambre muscular.
A continuación, te presentamos unos consejos para prevenir los calambres:
- Entrenamiento. Intenta aumentar la intensidad y la duración de tu entrenamiento de forma gradual. De este modo, tu cuerpo tendrá tiempo de adaptarse al aumento de actividad.
- Hidratación. Asegúrate de mantenerte hidratado mientras haces ejercicio ya que se cree que la deshidratación puede causar calambres.
- Reposición de electrolitos. Después del ejercicio, la reposición metódica de electrolitos puede ayudar a evitar los calambres musculares.
- Equipo. Use vestimenta adecuada para hacer ejercicio y asegúrate de que tus zapatillas te queden bien. Si usas equipos de ejercicios, cerciórate de que estén configurados correctamente para ti y que sabes cómo usarlos de forma segura.
- Estiramiento. Es normal creer que estirar tus músculos reduce la probabilidad de sufrir lesiones, incluyendo calambres.

En el caso de que la frecuencia de los calambres aumente en el tiempo y estos se tornen repetitivos debemos de pensar que, además de enfermedades, determinados medicamentos tales como los diuréticos también pueden causarlos.
Además, aconseja ser cuidadoso y previsor, y consultar al médico si se cumple alguna de estas premisas: presencia de molestia intensa, relación con la hinchazón, enrojecimiento o cambios de la piel en las piernas, relación con la debilidad muscular, aumento en su frecuencia, no mejorar con medidas de cuidado deportivo o no estar relacionados con una causa obvia.