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La Clave de un Buen Deportista: La Respiración

La respiración es una actividad de crucial importancia cada vez que realizamos ejercicios físicos, ya que, mediante el ingreso de aire al organismo, los músculos y tejidos logran oxigenarse, cumplir con sus funciones y brindar energía para el movimiento.

Durante la actividad, las demandas de oxígeno se incrementan y por ello, el cuerpo optimiza su funcionamiento para conseguir el aire necesario, pero nosotros podemos tener un mayor control sobre los movimientos respiratorios que nos permitan colaborar al respecto y favorecer el rendimiento deportivo.

Por lo tanto, respirar de manera adecuada es un proceso vital para realizar cualquier actividad física, ya que es clave para la obtención de energía. Los músculos deben recibir suficiente oxígeno para crear suficiente energía. Si la forma de respirar no es la adecuada, no llegará suficiente oxígeno al músculo ni podrá obtener la energía necesaria.

Está demostrado que la sensación de fatiga que el cuerpo experimenta tras haber ejercitado por un tiempo no se debe al esfuerzo que realizan los músculos que están específicamente involucrados, sino que la carga de trabajo extra que reciben los músculos implicados en los movimientos respiratorios, debido a que el cuerpo roba flujo sanguíneo y oxígeno a los músculos locomotores para que la respiración que permite sobrevivir, continué realizándose.

El órgano de la respiración es la nariz, por ello es importante inspirar por la nariz y no la boca por varios motivos: el aire que penetra por la nariz es filtrado por sus vellosidades de bacterias, impurezas y otros cuerpos; más tarde se filtrará por segunda vez en las fosas nasales, además de calentarse y humidificarse. Al tomar el aire por la nariz se regulan otras funciones endocrinas y se regula el sueño y la vigilia.

Existen diversos tipos de respiración, aunque a continuación destacaremos y describiremos los dos más importantes:

–        La respiración intercostal o pulmonar: Se observará fácilmente, ya que, en esta modalidad, el tórax se desplazará hacia arriba y afuera al inhalar y hacia abajo y adentro al exhalar.

–        La respiración diafragmática o abdominal: Manteniendo el abdomen relajado, se hinchará al inspirar.

También es importante saber que, la respiración permite y requiere de un entrenamiento, como cualquier otro movimiento corporal, a través del ejercicio de los músculos involucrados en la misma, como son el diafragma, los intercostales internos, escalenos, pectoral y trapecio para inhalar y los intercostales internos, oblicuos, transverso y recto anterior del abdomen para expirar el aire.

A continuación, se explica que tipo de respiración se recomienda según el ejercicio que se esté realizando:

  1. En las actividades cíclicas y continuas como son los deportes de resistencia como la natación o la carrera, la respiración dará mayores resultados si mantiene su ritmo, es relajada y profunda.

  2. En actividades que no siguen un ciclo o una continuidad, tal como es el levantamiento de pesas, por ejemplo, conviene sincronizar la ventilación con las fases del ejercicio. Es decir, en el momento de contracción de los músculos, debemos espirar el aire, mientras que la inspiración debería realizarse en el momento de retomar la posición inicial, cuando los músculos vuelven a relajarse.