A diferencia del lenguaje hablado, la música conecta directamente con el subconsciente y es capaz de hacer que este genere endorfinas y dopamina. Cuando se estudió el fenómeno, se descubrió que la música hace mucho más que exaltar los sentidos o relajar la ansiedad: también tiene efectos positivos en el humor, el dolor y la calidad de vida de los adultos y estimula el aprendizaje, la comunicación y la expresión corporal en niños.
Hacer deporte es de todo, menos aburrido, y la música nos ayudará a acabar con el aburrimiento de tus ejercicios en solitario.
Son 5 los motivos que destacaremos hoy, pero la relación que existe entre la música y el deporte se ubica en el campo psicológico, lo cual solo hace que los beneficios de hacer deporte con música aumenten:
- Disminuye la sensación de cansancio. Escuchar música durante la práctica deportiva puede ayudarnos a disminuir la sensación de cansancio o fatiga.
- Pasa por todos los estados de ánimo. Contar con esta variedad musical te va a permitir hacer deporte y adecuar la música a tu estado de ánimo. Algunas canciones te harán sentir alegre, motivado, triste, … y estos cambios de estados de ánimo, pueden ayudar a que tu cuerpo se recupere del ejercicio, o que empiece a acelerarse para empezar un buen entrenamiento lleno de música y motivación.
- Sincronización deportiva. Escuchar música durante una práctica deportiva nos hará sincronizar los ritmos de la música y del deporte.
- La concentración y la desconexión. La música durante la práctica de un deporte favorece la desconexión de todo lo que nos preocupa o sucede en nuestro alrededor.
- La música ayuda a descargar adrenalina. El deporte es una oportunidad idónea para descargar adrenalina o simplemente romper con la rutina, pero si a estos ejercicios o actividades deportivas le añadimos música, nos permitirán hacerlo mucho más.
Para escoger la música adecuada, primero es necesario tener en cuenta distintos factores como el tipo de actividad a realizar, la intensidad, y el lugar donde será practicada.
Lo recomendable en líneas generales es que sea de un ritmo enérgico y fuerte, con letras positivas asociadas con el movimiento y un patrón rítmico que permita coordinar los movimientos ejecutados al entrenar. Se sugiere tener una variedad de estilos disponibles para las distintas intensidades que requiere cada actividad. Se ha demostrado que los resultados son más favorables cuando se selecciona música del agrado de la persona, por lo que es conveniente analizar los gustos y preferencias.
Son muchos los beneficios de la música en el rendimiento deportivo, por lo que siempre será un buen acompañante antes, durante y después del entrenamiento.